La propiedad horizontal es como se define a una modalidad de comunidad de bienes, en la cual se reconoce el título de cada propietario de forma individual, es decir la parte privada, que se encuentran en el conjunto de espacios del edificio, a lo que se le conoce como propiedad común.
Generalmente las zonas comunes de estas propiedades requieren de un mantenimiento o pasar por un proceso de rehabilitación, por los tanto, las comunidades deben contratar los servicios de otras empresas que se especializan en este tipo de obras.
Pero resulta que en la financiación para la construcción hay un factor clave que ayuda a sostener los gastos causados por los trabajos y para compensar los plazos en los que se ejecutan las obras, que comúnmente suelen ser largos.
Es aquí donde el descuento de pagarés de comunidades de propietarios funciona como una solución bastante atractiva para brindar un beneficio conjunto tanto a la comunidad de propietarios como a la constructora.
¿Pará que sirven los descuentos de pagarés de comunidades de propietarios?
Dentro de una da las funciones de este mecanismo es importante destacar que le permite a la comunidad de propietarios poder diferir el pago en una fecha determinada.
Por otro lado, la empresa que provee no queda desatendida durante ese periodo de tiempo, ya que se puede realizar un adelanto de dinero al ceder el título para hacer la solicitud de un descuento de pagarés.
¿Cuándo es necesaria una financiación para una comunidad de propietarios?
Como ya se ha mencionado, una comunidad propietarios está conformada por los titulares de viviendas, locales u otras propiedades que se encuentran dentro de un edificio en régimen de propiedad horizontal.
Estas propiedades individuales están sujetas a derechos de copropiedad de las partes y áreas comunes de los inmuebles, mientras más viviendas tenga el edificio y más propietarios existan, también existen más servicios a los que se les debe prestar atención, como por ejemplo los ascensores, lo que se traduce en una mayor cantidad de obligaciones administrativas.
Esto obliga a los propietarios a seleccionar un administrador que tenga la autoridad para realizar acciones en nombre de todos, como por ejemplo solicitar financiación en nombre de la comunidad, para así poder cubrir los gastos corrientes, además de realizar reformas u obras de las áreas comunes, garantizando así el correcto funcionamiento de las instalaciones y haciendo que se cumplan las normas establecidas.
Esta financiación le permite a la administración de la comunidad realizar periódicamente inspecciones en el edificio, así como contratar seguros obligatorios, como por ejemplo un seguro de incendios o de responsabilidad civil.
También permite tener una protección de riesgos, garantizando un sistema de vigilancia, detección de fugas y sistemas contra incendios, mientras que por otro lado permite contratar especialistas para ejecutar obras de conservación y de rehabilitación que sean necesarias.
Los recursos con los que cuanta la administración proviene de cuotas fijas y cuotas extraordinarias que pagan los propietarios, sin embargo muchas veces no es suficiente, por lo que debe acudir a financiación externa, siendo los descuentos de pagarés una opción fiable.